Descripción
Este libro, primera publicación antológica de la poesía de Esteban Carrillo, ofrece una visión de conjunto de la obra de un poeta mojaquero y, por ello, mediterráneo y universal. Su poesía, intimista y local pero siempre abierta a nuevos horizontes «todo lo que no es mar es pared medianera», enlaza con otros poetas mediterráneos de afines preocupaciones que beben de las fuentes de los clásicos: desde Homero a Cavafis. Desde el nostálgico canto «enviulado» por los duendes de sus primeros versos hasta la caalma reflexión sobre el ser humano de su último libro «Algas», la obra de Esteban Carrillo es un perpetuo deambular por la vida. Viajero sediento, se apea ante los doce caños de la fuente para beber del manantial del amor: desde los apasionados versos a «la negra» hasta la dulce plenitud de «Algas». Como Ulises, marcan su itinerario lugares hermosos y menos afortunados donde el poeta logró conocer el espíritu de sus gentes, hasta legar su particular Itaca, ese mar mojaquero, frente a la roca larga donde «derramar mi sangre entre la arena hasta llenar el corazón del mar con ella».
ANTOLOGÍA POÉTICA Y OTROS ESCRITOS
| Autor | Carrillo Flores, Esteban |
|---|---|
| Portada | Ver portada |
| Editorial | Arráez Editores |
| Año | 2000 |
| Idioma | Castellano |
| Encuadernación | Tapa Blanda |
| Nº de páginas | 232 |
| ISBN | 84-89606-27-7 |
| Grima Numeración de colección | 2 |
| Colección | 2 |
Carrillo Flores, Esteban
Esteban Carrillo Flores (Mojácar, Almería, 1922-2002). Estudió el bachillerato entre Murcia, Ohanes, donde a los 16 años y bajo la tutoría de don Domingo Sebastián empezó su culto a la literatura, y Almería. Obtuvo en Granada la Licenciatura en Derecho y, tres años más tarde, tras ganar una oposición, se incorpora al cuerpo judicial. Su primer destino como Secretario Judicial fue Cuevas del Almanzora donde residió desde 1951 a 1966. La proximidad con Mojácar le permite colaborar activamente en el resurgir turístico del pueblo y su posterior desarrollo. Es nombrado Miembro de la Junta Pro-reconstrucción de la ciudad de Mojácar por el entonces alcalde, Jacinto Alarcón, desde cuyo Ayuntamiento realiza una intensa actividad de promoción del pueblo. En 1966 se traslada a Valencia donde desarrolla una brillante carrera que culmina con la concesión, en 1982, de la Cruz de San Raimundo de Peñaford. Poco antes de su muerte, en el año 2000, el Ayuntamiento de Mojácar le publicó Antología poética y otros escritos, en el que se recoge una selección de sus trabajos literarios.