El capitán de la marina mercante, periodista, escritor y hostelero Eduardo G. Zárate presentó en el Aula de Cultura de Unicaja del Paseo de Almería su segunda novela, «Marino», la historia de un hombre al que el azar y la época, las décadas de los treinta y cuarenta, marcarán su vida.
La presentación de la obra, publicada por Arráez Editores, contó con la intervención de Fernando Martínez, ex alcalde de la capital almeriense y profesor de la Universidad de Almería; José María Ortega, escritor; Andrés Sánchez Picón, profesor de la Universidad de Almería; Pedro Abad, médico cirujano; Celso Ortiz, escritor; y Juan Grima, el editor de la novela.
Al acto acudieron, entre otras personalidades, el alcalde de Almería, Luis Rogelio Rodríguez-Comendador, el líder de la oposición municipal, José Antonio Amate, la concejala de Cultura del Ayuntamiento almeriense, Lola de Haro, y numerosos rostros conocidos de la sociedad almeriense.
D. Martínez- Almería Actualidad
Entrevista a Eduardo G. Zárate
– Viendo su currículum, queda claro que nadie mejor que usted para escribir un libro sobre el mar. ¿Cree que alguien ajeno a este mundo podría reflejar y describir bien este modo de vida?
– Se tendría que tener mucha imaginación…aunque famosos escritores no han sido nunca como aquel “Maestro de Esgrima”, y ni siquiera viajaron fuera de su país, como Emilio Salgari. Cada vida es un mundo pero no todas son novelables.
– Usted nació en Almería, ha viajado por todo el mundo, y ha elegido esta tierra para establecerse finalmente ¿qué motivos le llevaron a ello?
– Una serie de circunstancias. Ellas me trajeron sin que fuese una decisión personal meditada. Lamento no poder decirle que fue una llamada de la tierra, pero podría decirse que esas circunstancias fueron afortunadas. Hay quien llora si lo destinan a Almería, pero yo lloraría si tuviese que irme.
– ¿Ha sido difícil mantener la trama contando con un personaje con un peso tan grande como el protagonista?
– Cuando se piensa en un personaje, éste va tomando vida propia conforme se escribe sobre él…y se hace fácil identificarse con el mismo. Hay momentos en los que te enamoras de él y otros en los que lo odias. Lo de la “trama” ya es otra cosa y pertenece al secreto profesional… Quiero decir que no es lo mismo la trama del género negro, policiaco, que aquella que sencillamente va surgiendo de la imaginación. Este libro diría que fue escrito “al tirón”.
– Usted ha enmarcado su novela en una época muy difícil de la historia de España. ¿Por qué eligió este período?
– Realmente relato hechos reales que comenzaron, precisamente en los momentos en los en los que el pueblo español, en las municipales del 31, dio un enorme paso hacia la democracia y la modernidad. Una pena que se frustrase. Luego, diría que todo transcurre alrededor del mundo, en una época que a mi parecer fue la edad de oro de la marina mercante. Pasábamos de la vela al carbón y de éste al gasoil. Se manejaba el sextante y la bitácora y no el GPS. Y de no hablar con la familia en meses, a hacerlo a la semana…aunque tardasen seis horas en conectarse. Si alguien nos hubiese dicho que con ese pequeño aparatito llamado móvil, hablabas en el momento, le habríamos tirado por la borda.
– ¿Se esconden detalles autobiográficos en este libro?
– Creo que el escritor siempre deja algo de si mismo en sus libros. Y si además los recuerdos de tu vida son tan diferentes, no tienes mas remedio que dejar algo de ellos en lo que escribes. Por ejemplo, Martín, el protagonista, es mucho más alto que yo…
– ¿Es cierto el tópico de que los marinos tienen en cada puerto un amor, o en cambio, la responsabilidad de los mandos en un barco mercante produce stress y una exigencia sin límites?
– Lo de los amores en cada puerto…oído lo tengo. Por otra parte, todas las profesiones, si se es responsable, tienen momentos de stress como usted dice, pero si además estás en medio del mar, con olitas de seis metros, y te falla un pistón y tienes al primero con diarrea, y las tres de la tarde parecen las tres de la madrugada y en esa duración pasas horas y más horas… Sí, quizá estar al mando de un mercante sea algo diferente. Y volviendo a lo de los amores…pues no me acuerdo muy bien.
– Además de ser marino y escritor, usted es un gran viajero y excelente cocinero. ¿Cree que viajar amplía la cultura culinaria, y conocer la cocina de otros lugares hace a una persona conocer mejor ese sitio?
– Por supuesto que viajando, si se sabe “ver” y no simplemente “mirar” la cultura culinaria de aquellos sitios que se visitan enriquece al viajero, sea marino o no. Yo he comido desde ratas de bosque a puerco espín y desde tiburón, no marrajo, a serpiente boa y le aseguro que estaba todo delicioso. Aunque lo que mejor recuerdo son las iguanas de Panamá en una salsita picante deliciosa.
– ¿Qué espera de esta novela?
– Creo que como en el fondo es lo que espera todo escritor, que sea agradablemente leída y traslade al lector a un mundo diferente al suyo habitual. Y sobre todo que le enganche… y sea comentada.
– ¿Prefiere el periodismo o el mundo de la literatura?
– Alguien famoso dijo: Me encanta, para salir a cenar, tener por compañera a Ava Gardner…pero para casarme, me casé con mi mujer y soy feliz. El periodismo puede depararte satisfacciones o decepciones más inmediatas. La literatura necesita tiempo. Yo diría que mientras el periodismo literario te ocupa una hora del día, la literatura te puede ocupar toda una noche… Pero me encantan las dos fórmulas. Entre el mar, el periodismo, la literatura, la cocina y el amor…¡¡Me quedo con el amor!!
– ¿Tiene algún otro proyecto en mente para otra novela?
– Sí, y creo, sin pasión, que es una novela sensacional. Ya sabe que a nadie le parecen sus hijos feos…pero tal como está el mundo de la literatura, y ustedes lo saben mejor que nadie, tendremos que esperar la oportunidad de publicarla.