Con una pisada firme inició la escritora Remedios Martínez Anaya las presentaciones de su cuarta y última novela. Anoche el teatro Echegaray de la localidad se llenó hasta la bandera para acompañar a su autora, nacida en Serón pero cuevana de adopción. Con un aforo de más de 300 personas, el teatro se volvió a llenar como en sus mejores tiempos para arropar a Martínez Anaya.
Enmarcada en el contexto de las guerras moriscas del siglo XVI, Hierba Pisada. La tragedia morisca fusiona perfectamente la novela histórica y la descripción de personajes históricos reales como el Marqués de los Vélez y Aben Humeya, con las historias de amor, desamor, dolor, miseria, dramas familiares… de diferentes personajes reales y ficticios que componen un relato lleno de magia, ternura e intensidad.
Presidieron la mesa de la presentación el alcalde de Cuevas del Almanzora, Jesús Caicedo; el escritor Francisco Pérez Baldó, el editor e historiador Juan Grima Cervantes y la autora. Jesús Caicedo fue el primero en tomar el turno de palabra en la mesa de la presentación. El primer edil realizó un breve retrato humano de la autora, con diversos detalles biográficos, destacando el gran vínculo que existe entre ella y el municipio, en el cual reside desde el año 1974 y ejerce como profesora desde esa misma fecha. Caicedo se mostró muy orgulloso de contar entre sus vecinos con personas como Martínez Anaya, la cual “con su creación literaria y su aportación al mundo de la cultura engrandecen el nombre de Cuevas del Almanzora”.
En segundo lugar, el historiador y editor Juan Grima hizo especial hincapié en la calidad humana y profesional de Remedios Martínez Anaya, su humildad y constancia. Según Grima “en nuestra provincia es raro encontrar un escritor que haya publicado tanto y con tanta calidad como lo que ha dado a la luz Remedios en estos ocho años que lleva escribiendo”.
En tercer lugar, intervino el escritor y ex parlamentario de las Cortes Valencianas, Francisco Pérez Baldó, natural de Almería. Baldó hizo un excelente recorrido por la obra de la escritora, analizando los detalles principales de sus novelas, sus personajes y el estilo propio que mostró ya desde su primera novela El Duende. El escritor destacó “la denuncia en sus escritos del sufrimiento, las injusticias que se abaten sobre los más débiles, con una mirada llena de ternura y de esperanza en el futuro. Sus personajes terminan salvándose, elevándose sobre las miserables condiciones de vida, por la constancia del amor”.
Y finalmente, le tocó el turno a la propia Remedios Martínez Anaya, la cual explicó porqué había elegido esta época de guerra entre estas dos culturas, la cristiana y la islámica, y cómo muchos elementos de entonces se reproducen en el mundo de hoy. Criticó duramente el papel de la religión para humillar a la mujer en el mundo árabe. También habló de la intolerancia, de las ambiciones de los poderosos, y cómo siempre son los débiles los que pagan las consecuencias de todos los desafueros.
Remedios estuvo a la altura de los grandes escritores, fue una verdadera diva, quizá su presentación de más altura. Al finalizar su intervención, los aplausos del público duraron más de dos minutos. Posteriormente, los asistentes conversaron durante un rato en el hall del teatro, mientras degustaban una copa de vino español cortesía del Ayuntamiento. La escritora, posteriormente, firmó libros a muchos de sus lectores.
Entrevista a Remedios Martínez Anaya
– ¿Es usted una enamorada de la novela histórica? Tanto «El Duende» como «Moxacar. El amor en tiempos de la Inquisición», como ahora «Yerba pisada» recuperan periodos claves de la historia almeriense.
– Sí, siempre me ha gustado la historia, pero leer un libro escrito por un historiador (a pesar de su incuestionable mérito), casi siempre resulta un poco árido; sin embargo unos mismos acontecimientos novelados resultan más amenos y aprendes historia sin esfuerzo. Quizás por eso, estos dos libros primeros que has mencionado, los han puesto en
algunos institutos como lectura obligada para los alumnos.
– ¿Por qué los personajes principales de su libro están tan relacionados con Serón y Cuevas del Almanzora? ¿Hay elementos biográficos?
– Serón y Cuevas son mis dos pueblos porque en el primero nací y pasé mi juventud, y en el segundo llevo más de treinta años viviendo. Y da la casualidad de que los dos fueron piezas claves en la revolución morisca, pero sobre todo los he elegido como puntos de referencia, sencillamente, por ese cariño especial. Respecto a tu segunda pregunta, al haber tanta distancia en el tiempo, sólo hay elementos biográficos en lo que se refiere al paisaje.
– ¿Cree que es una novela amena para leer esta Navidad?
– Espero que sea amena para leer junto al fuego, a la sombra de un árbol o a la orilla de la playa, en cualquier tiempo y lugar, pero creo que en cuanto al tiempo, quizás sea un buen momento para recordar los pasados enfrentamientos entre culturas que desgraciadamente siguen enturbiando la convivencia actual y, aunque sea un deseo demasiado ambicioso por mi parte, me gustaría que su lectura nos predispusiera a encarar los problemas actuales con espíritu de tolerancia.
– En nuestra provincia se publican muy pocas novelas con una extensión de 400 páginas ¿es eso una virtud o un problema?
– No creo que sea ni un problema ni una virtud, cada novela lleva las páginas que su argumento pide. Mis otras novelas que has nombrado antes también son extensas, y por lo que ha llegado a mis oídos, se leen con facilidad y han gustado bastante. Hay quien me ha dicho que cuando iba terminando su lectura le daba lástima de que acabara. Esperemos
que ocurra lo mismo con ésta.
– En «Hierba pisada» ¿es más abundante la ficción o la realidad histórica?
– No sabría decir. Como he dicho antes, la ficción es lo que ameniza la historia porque da vida a los personajes, intenta reflejar cómo pensaban y sentían. En definitiva nos los acerca. Sin embargo, no he querido desviarme de lo que fue la realidad y aunque la mayoría de los personajes son ficticios, los hechos ocurridos sí son ciertos. Se puede decir que he
inventado unos personajes y los he paseado o los he introducido en unos hechos históricos.
– ¿Ha tenido que estudiar durante mucho tiempo el siglo XVI almeriense para poder escribir la novela?¿En un libro de estas características es casi igual de importante la documentación que la imaginación?
– Llevo más de dos años leyendo libros y documentos de la época. En cuanto a tu segunda pregunta, es imprescindible la imaginación para crear la trama y dar emoción al relato, pues si no lo haces se convertiría en una crónica fría y falta de interés.
– Sorprende mucho la situación en la que vivían las mujeres en la época. Sin embargo, los personajes femeninos de sus obras a pesar de las adversidades generalmente muestran un fuerte carácter ¿cree que es positivo para las mujeres que en la cultura se vaya difundiendo esta imagen del género femenino?
-Es verdad que mis obras casi siempre las protagonizan mujeres que se han sabido sobreponer a las circunstancias adversas y creo que esta capacidad de superación puede ser un ejemplo para las jóvenes actuales que por desgracia tienen muy mediocres referencias en los medios de comunicación, en especial con los programas de televisión basura. Me gustaría que en esos medios se fomentara más la cultura, la solidaridad, el trabajo y el estudio, poniendo en el candelero a muchos jóvenes que se esfuerzan cada día por ser útiles en todos esos campos, no sólo a cantantes y modelos.
– Un tema muy destacado en esta obra, es el del odio racial y los enfrentamientos entre gente con creencias diferentes entre sí. El ser humano por desgracia, no ha cambiado con el paso de los siglos ¿cree usted que es imposible que se mitiguen estos problemas?
-Yo espero que la cultura, gracias a esos mismos medios de comunicación que llegan a todas las partes del mundo, vayan poco a poco acabando con el fanatismo y el odio. Tengo la convicción de que las mujeres del tercer mundo serán las grandes artífices de muchas de las transformaciones que mejorarán sus vidas y las de sus hijos.
– ¿Tiene algún proyecto a corto o largo plazo?
– De momento estoy de barbecho. Espero que cuando acabe con las presentaciones se me ocurra algo.