Quería un protagonista que nunca hubiera ido a Cuba y que tuviera que acudir solo». Por estas razones, Carlos Díaz Domínguez decidió utilizar la metaliteratura en «Los ascensores dormidos de La Habana» y perfiló su personaje principal como un escritor de éxito al que le encargan una novela ambientada en Cuba: «Allí se dará cuenta de las posibilidades que tiene la Cuba actual».
Fue éste también el caso de Carlos García Domínguez, quien conoció la isla en un viaje personal pero se dio cuenta de que «da un juego tremendo». De hecho, escribió «el boceto del que luego sería la novela en el avión de vuelta».
Volvía así el autor en cierta forma a sus orígenes, ya que comenzó su carrera como escritor, paralela a la de economista, con relatos de viajes de carácter más personal: «heredé la costumbre de mi madre, quien escribía pequeños relatos familiares», explica.
El libro, publicado por la editorial almeriense Arráez, ha despertado un notable interés antes de ser presentado y el autor madrileño tiene una apretada agenda en los próximos meses. «El primer acto se va a celebrar en el Ayuntamiento de Carboneras, el 10 de noviembre; el 15 se presentará en Madrid y ya en enero en Las Rozas, donde vivo», enumera, y añade entre risas que «a veces se hace más difícil la segunda parte de la escritura de una novela, la promoción, que la propia escritura».
(Marta Rubí, La Voz de Almería)
LIBRO LOS ASCENSORES DORMIDOS DE LA HABANA, DE CARLOS DÍAZ DOMÍNGUEZ, EN CARBONERAS OLYMPUS DIGITAL CAMERA OLYMPUS DIGITAL CAMERA OLYMPUS DIGITAL CAMERA OLYMPUS DIGITAL CAMERA